Esos nuevos estándares de Categoría 6 supusieron un gran salto cualitativo, ya que duplicaban el ancho de banda respecto a los sistemas de cableado Cat5 y Cat5e que se utilizaban hasta entonces (100MHz), y llegaban a definir el rendimiento del canal de comunicaciones hasta 250MHz. Excepto en algunos países europeos, como Francia o Alemania, la inmensa mayoría de los mercados optó por instalar cableados Cat6 UTP (no apantallados), si bien la opción apantallada se recogía en los estándares y era ofrecida por múltiples fabricantes.
Una nueva generación de cableado: Cat6A
En el año 2009 se publicaron los estándares que definían el siguiente nivel de rendimiento: La Cat6A, o Categoría 6 Aumentada, que de nuevo duplicaba el ancho de banda respecto a la generación anterior de Cat6, llegando a los 500MHz. El principal impulsor del nacimiento de la Cat6A fue el desarrollo de 10GBase-T, o Ethernet a 10Gbps sobre par trenzado, que si bien en pruebas preliminares demostró que en ciertas condiciones podía alcanzar una distancia de 55 metros sobre cableado Cat6, enseguida planteó la necesidad de desarrollar una nueva generación de cableado que soportara los 10Gbps hasta 100 metros y con una transmisión de calidad garantizada.
El poder transmitir 10Gbps, a frecuencias de 500MHz, sobre cables de par trenzado UTP y conectividad RJ45 supuso un reto tecnológico muy importante para los fabricantes, por lo que aunque existen soluciones Cat6A no apantalladas que se instalan en todo el mundo y que están reconocidas por los estándares, el mercado ha optado mayoritariamente por utilizar sistemas apantallados para Cat6A. Uno de los motivos es que en Cat6A aparece un fenómeno llamado ALIEN NEXT (diafonía exógena), que causa interferencias entre los distintos cables de un mazo de cables. La única forma de evitarlo es utilizando cables apantallados, o engordando “artificialmente” la cubierta plástica de los cables UTP, para forzar una separación mínima entre los pares trenzados de los cables adyacentes. Esto provoca que para Cat6A los cables UTP sean de mayor diámetro y más complicados de instalar que los cables apantallados, e incluso que resulten más caros.
Cat6 vs 6A
Al margen de las diferencias respecto al ancho de banda y el rendimiento especificado por los estándares, o el hecho de que Cat6 sea mayoritariamente UTP mientras que Cat6A tiende a ser apantallado, realmente la gran distancia entre Cat6 y Cat6A la marca el soporte de aplicaciones, ya que la máxima velocidad de transmisión que se puede alcanzar sobre un cableado Cat6 es de 1Gbps (1000Base-T), mientras que con un cableado Cat6A podemos instalar electrónica 10GBase-T a 10Gbps.
Actualmente podemos encontrar en el mercado switches con puertos RJ45 a 10/100/1000, es decir, que son capaces de funcionar a 10Mbps, 100Mbps o 1Gbps en función de la velocidad soportada por el equipo del otro extremo del canal de comunicaciones y por el propio cableado. También podemos encontrar switches 1000/10000, capaces de funcionar ya a 10Gbps, siempre que el equipo remoto y el cableado de conexión lo soporten, pero obviamente mucho más caros.
Si la decisión sobre el sistema de cableado a instalar se centra en aspectos económicos a corto plazo, y optamos por Cat6, es altamente probable que en cinco años tengamos que reemplazar todo el cableado del edificio por otro de Cat6A, con el enorme impacto económico y la perturbación del entorno de trabajo que eso supondría. Por este motivo, la elección del sistema de cableado debe considerarse a diez o incluso quince años vista, y bajo este criterio la decisión de instalar hoy en día sistemas de Categoría 6A es totalmente acertada.
Fuente: Atlas Comunicaciones.com